NADANDO CONTRA LA CORRIENTE
ALBA LUCIA CASTRO Psicóloga, Agosto 8 de 2015
Cuando se nada contra la corriente el esfuerzo
físico y el tiempo son mucho más grandes que cuando seguimos y dominamos su
curso. Vea Usted, la vida es un constante reto a lo que somos como humanos, incita
a poner a funcionar la mente para afrontar la vida de manera que prevengamos y
solucionemos problemas, encontremos la forma de aprovechar las oportunidades
para lograr bienestar y prosperidad en equilibrio.
Nos han vendido cuentos de hadas e ilusiones
sobre la felicidad, nos han hecho creer que todo tiene que ser perfecto y cada día
nos regalan ideas sobre lo que “debe ser” para ser feliz, pero justamente
todo eso nos encasilla en un mar de incertidumbres, estrés y hasta de cierto
tinte de locura
La idea de que “tener poder y dinero es la
felicidad”, es loco si no se orienta ética y humanamente; simplemente
observemos cómo la cultura del narcotráfico ha hecho desastres generando
violencia, drogadicción y degeneración de la dignidad humana en millones de jóvenes
y viejos destrozados por la inconsciencia de quienes los atrapan para vender
sustancias psicoactivas, sin importar como se matan lentamente en la adicción
mientras ellos son felices nadando en dinero y lujuria.
De la obsesión por el poder y la fama, basta
ver la corrupción política y los desaciertos de gobernantes para quienes no
importan los derechos naturales y estatales de las personas y comunidades, ni
la estabilidad y el progreso del país, sino satisfacer sus caprichos obsesivos
de fama y blandir el poder, así tenga que esclavizar, empobrecer e incluso desaparecer
a quienes se opongan al logro de su felicidad.
Otros desgastan energía intentando tener
riqueza y aparentando lo que no son, entonces no importa como consiguen sus
propiedades y lujos, pero ni los disfrutan porque le deben a cada santo una
vela, se meten en líos financieros o legales graves que arrasan la felicidad
suya y de su familia.
¿Para qué nadar contra la corriente si poder,
fama y riqueza son tres cosas efímeras que no nos las llevamos al cementerio? Si,
es muy bueno lograrlas pero como un medio para ser y estar bien, para servir y
beneficiarse a sí mismo y a otros sin causar daños; quizas es recomendable que
sea “Ni tanto que queme al santo ni tan poco que no lo alumbre”
La inteligencia emocional, social y el carisma
humano con que se da trato justo y bondadoso a la gente que nos rodea, da la
posibilidad de tener amigos del alma leales. Ver la realidad tal como es y
afrontarla con rectitud buscando soluciones acertadas y legales, genera satisfacción.
Quizás la felicidad es simplemente dormir con
la consciencia tranquila, levantarse sin afanes, andar por calles y montañas
con la mirada serena sin temer el cobro de una mala jugada. Alimentarse con comida casera hecha con amor,
en vez de un exótico plato gourmet en el que se ocultan las sombras y llantos
de hombres, mujeres y niños violentados por la injusticia de la ambición y avaricia.
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